Historia del Láser para la Depilación

Historia del Láser para la Depilación

Láser para la depilación ¿Cuándo se empezó a utilizar?

Principios de la historia del láser

El láser se inventó en 1957 por el físico Americano Gordon Gould, tres años más tarde el Dr. Theodore Maiman desarrollo un modelo para trabajar. Desde entonces, el láser ha sido un elemento básico o imprescindible para multitud de aplicaciones médicas y estéticas, incluyendo la eliminación permanente del pelo no deseado.

Cuando la energía láser se aplica directamente sobre el cuerpo humano, es absorbida por la sangre, por el agua de la piel o por la melanina del pelo y piel, dependiendo del color de la luz de láser utilizada. Los láseres generan diferentes luces de colores y cada uno presenta diferentes propiedades, por tanto su indicación en procedimientos médicos es también diferente. Sus altas precisiones los hacen adecuados para reducir el sangrado durante la cirugía; facilitar la eliminación de tejido alterado, y la reducción en la cantidad de anestesia necesaria, facilitando la realización de tratamientos en pacientes no ingresados o sin necesidad de ingreso. A todo esto hay que añadir la reducción en el tiempo de cicatrización y del tamaño de las cicatrices.

Investigación inicial del láser para la depilación

Poco después de la introducción del láser en aplicaciones médicas a principios de los años 60, el Dr. León Goldman (considerado como el padre de la medicina láser) empezó investigando la utilización de un láser para la depilación (láser de ruby) para inhabilitar los folículos pilosos. Su meta era desarrollar un sistema de láser para la depilación con el que se pudiesen tratar muchos pelos al mismo tiempo rápidamente. Aunque el concepto era bueno, su sistema de dirigir la energía del láser hacia la melanina del folículo piloso no dio el resultado esperado, ya que dañó la piel de alrededor de los folículos tratados, causando, híper-pigmentación, hipo-pigmentación y quemaduras, al absorber la melanina de la epidermis la luz del láser. Tuvieron que pasar 30 años para que se desarrollaran nuevos métodos para controlar este efecto secundario indeseable e inaceptable.

Varias compañías, se inspiraron en estos esfuerzos para utilizar el láser para la depilación. En 1968, se realizó un estudio sobre los efectos de la aplicación de la energía láser directamente sobre cada folículo piloso. Encontraron que mientras este podía ser una manera viable para alterar el proceso de crecimiento piloso, no se podía desarrollar un método por el que se pudiera emitir la suficiente energía láser sin dejar de ser lo suficientemente fina y confortable para el paciente.

Así pues, al principio de los 70, la Compañía Omnicron lanzo un foto-depilador que utilizaba luz coherente (parecida aunque menos penetrante que la actual energía láser) para depilar pelo. Este fue el primer diseño comercial para alterar los folículos pilosos utilizando la potencia de la luz, se consiguió mediante la inserción de una cánula de fibra óptica en cada folículo piloso. Pero el sistema fallo cuando se vio que la necesaria cantidad de energía que se debía introducir en cada folículo con la cánula, no sería confortable para el paciente.

Este prototipo fue seguido por otras compañías que al igual que el aparato de Omnicron, sometían los folículos pilosos individualmente a la luz directa del láser. A principios de los 80, la Compañía Lasertron utilizo el láser para la depilación (láser de argón) para dirigir la energía hacia la hemoglobina que rodeaba a cada folículo individualmente. Esta tecnología calentaba la hemoglobina y por tanto coagulaba los folículos. Aunque este aparato tuvo eficacia en alterar el crecimiento de los folículos, no era más rápido que la electrolisis convencional. Rápidamente se vio que este método no era económicamente viable y, la electrolisis convencional continúo siendo el tratamiento de elección para la depilación permanente de larga duración.

Se continuaron realizando estudios sobre la depilación pelo a pelo mediante el uso de la energía de la luz. Aunque varios de estos sistemas fueron patentados y aprobados para su uso, no demostraron ofrecer mayor beneficio que la electrolisis convencional.

Mientras estos primeros sistemas implicaban la acción del láser para la depilación eliminando el pelo individualmente, el punto débil de la depilación con láser continuaba siendo la posibilidad de tratar muchos folículos a la vez. Esto reduciría el tiempo necesario para tratar un área por un factor de 50 o más, eliminando la necesidad de repetir tratamientos de depilación poco duraderos (cera, rasurado, cremas, pinzado). Tanto investigadores de compañías como de universidades continuaron trabajando en este problema. Varios procedimientos fueron investigados y algunos fueron comercializados. La primera compañía en comercializar un tratamiento láser para la depilación del pelo en conjunto (no pelo individualizado) fue Tremolase, que abrió el primer salón de depilación láser en La Jolla, California en Enero de 1996, de lo que después sería la primera cadena mundial de láser para la depilación.

Tecnologías actuales del láser para la depilación

El sistema SoftLight se desarrolló a principio de los 90 cuando la compañía hermana de Thermolase, Thermoelectron, construyo y probo el láser de baja potencia Nd:YAG para la eliminación de tatuajes y marcas de nacimiento. Durante el tratamiento de estas áreas corporales, se observó que, en ciertos casos, el pelo caía y no volvía a crecer rápidamente. El sistema se optimizo variando los parámetros de tratamiento mediante la depilación con cera del área a tratar y aplicando un gel de carbón negro que podía absorber la energía láser y alterar más eficazmente los folículos.

En este momento, unas 24 compañías de láser especializadas que habían estado realizando estudios para aplicación médica, empezaron a introducir sistemas que permitían realizar una amplia variedad de tratamientos médicos y estéticos. Mucho de estos sistemas representaban los resultados de un largo periodo de investigación de unos 5 a 7 años de desarrollo de hardware y unos 3 a 5 años de pruebas clínicas. Los nuevos procedimientos con láser encontraron rápida aceptación tanto por los médicos como por los pacientes. Los estudios realizados para tratamientos oftálmicos, ginecológicos, dentales, cirugía y estética, han sido también útiles para desarrollar mejor los sistemas láser para la depilación del vello indeseado.

En 1994, el Dr. R. Rox Anderson y el Dr. Melanin, trabajando con el modelo Goldman de alta potencia del láser rubí, dieron con la idea de utilizar un dispensador de mano de agua fría para enfriar la superficie de la piel cuando la energía del láser era aplicada sobre muchos folículos pilosos. Esto fue la llave para que el modelo de dirección de la energía hacia la melanina fuese viable. Durante los siguientes 2 años, el objetivo de estudio fueron los diferentes parámetros de tratamiento en el tamaño del spot, la fluencia (densidad de energía), duración del pulso y la tasa de repetición, fueron optimizados de manera que la máxima cantidad de energía pudiese dispensarse de manera segura en amplias áreas de piel con cada pulso y crear un efecto calorífico en el folículo (foto-termólisis selectiva) de manera que impidiera el recrecimiento. Este proceso de foto-termólisis – coagulación del folículo utilizando la energía lumínica – es análogo al de la modalidad de la electrolisis en la que se realiza termólisis, en la que el efecto del calentamiento se crea en el folículo utilizando una energía de onda corta. Esto maximiza el daño al folículo piloso, utilizando un tratamiento que elimina pelos no deseados con una duración más larga que otras alternativas no permanentes

Desde la comercialización de la tecnología Epilaser, otros 5 sistemas láser para la depilación han sido aceptados para su comercio por la FDA, que incorporan el sistema de enfriamiento cutáneo y ofrecen eliminación de grupos de pelo mediante foto-termólisis. Varios de estos utilizan geles fríos que, cuando se aplican sobre la piel durante el tratamiento con láser, absorben el exceso de energía y previenen la lesión en la piel. Otros liberan energía láser de un pulso de mayor duración que teóricamente es absorbido más completamente por los folículos diana con menor absorción de calor en la piel. Con la excepción del Nd:YAG, todos estos sistemas de láser para la depilación enfocan la energía láser hacia la melanina del folículo para crear un efecto calorífico y evitar el recrecimiento.

Hay que tener en cuenta que los sistemas de fotodepilación aceptados actualmente en el Mercado por la FDA para eliminación del exceso de vello, 1 de estos no son fuentes de luz láser,  son los de luz pulsada intensa. Estas tecnologías liberan luz poli cromática, divergente y de baja energía, y no dan la garantía de depilación permanente como los láseres.

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© Artículo escrito por el equipo de redacción de ICCEstético (Instituto Clínico Capilar y Estético) y, revisado y aprobado por nuestro médico especializado en láser.

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